Considerado como el primero de los Sacramentos de Iniciación a la vida y comunidad Cristiana; Como tal, este sacramento es administrado entre un cuerpo de testigos, quienes reciben a la criatura y se comprometen a criarle en las tradiciones y vida Cristiana. 

A través del bautismo nacemos a una nueva vida con Dios.  Morimos al pecado y renacemos a la gracia que Dios nos da, apartir de ese momento ya somos hijos/as de Dios, Hermanos/as de Cristo y herederos/as al Reino de los cielos.

Cuando usted bautiza su criatura, esta usted tomando el compromiso de criarle como discípulo de Cristo, y de instruirle de acuerdo a la  tradición de la Iglesia.    Se recomienda que su criatura sea bautizada lo antes posible después de nacer.